En la concepción de esta vivienda bifamiliar, la eficiencia energética y el uso de materiales de bajo impacto ambiental se combinan con la búsqueda de una experiencia espacial única:
Dos líneas contundentes atraviesan el volumen construido, generando espacios a doble y triple altura que ofrecen relaciones muy especiales entre las distintas estancias de la vivienda. Además, estas grietas generadas proyectan las dos casas hacia el exterior, desdibujando los límites con el paisaje y la naturaleza que las rodea.
Alrededor del 50% de las emisiones de CO₂ en el mundo están relacionadas con el sector de la construcción. Tomar conciencia de ello y apostar por viviendas con una baja huella ecológica es hoy una responsabilidad ineludible.
De este modo, y aprovechando la existencia de una industria local de referencia derivada de la tradición constructiva de la región, se elige la madera como principal material del proyecto. Esta conforma tanto la estructura como el sistema de fachada, otorgando un carácter fuerte tanto al exterior como al interior de las viviendas.
Así, principios como la economía circular y el uso de productos de kilómetro 0 están muy presentes en el proyecto.