El Gobierno Vasco, en colaboración con el Ayuntamiento, ha decidido convocar un concurso para la ampliación del centro educativo público. El encargo contempla la ampliación de aulas para Educación Infantil y Primaria, así como la creación de una nueva sala para el jardín de infancia.
La propuesta presentada es el resultado de un proceso de análisis y síntesis tanto de los requerimientos programáticos actuales definidos por la normativa técnica, como del estudio del emplazamiento y su contexto.
El CEIP Zurbarán se sitúa en un entorno complejo, con condicionantes externos, como una topografía acusada y una morfología urbana específica, y condicionantes internos relacionados con la organización del propio recinto. La intervención propuesta busca mejorar la relación entre los distintos edificios existentes que conforman el centro educativo y su vínculo con el entorno urbano inmediato.
En la parcela se identifican cuatro plataformas con distintos accesos y usos. La primera acoge el patio principal; la segunda, el edificio actual de Primaria y el gimnasio; mientras que la tercera y cuarta plataformas corresponden a la Escuela Secundaria y quedan fuera del ámbito de actuación.
Los dos edificios originales, proyectados en 1980 por Álvaro Líbano, están catalogados por su valor histórico, lo que implica que la nueva ampliación debe adaptarse y respetarlos. El nuevo proyecto establece dos prioridades: una a nivel volumétrico, manteniendo el respeto por la arquitectura existente, y otra a nivel funcional, atendiendo a los nuevos usos y necesidades del centro.
La propuesta se plantea desde la máxima eficiencia, priorizando la flexibilidad programática, la simplicidad constructiva y la economía de medios. Para minimizar los desplazamientos, se agrupan los diferentes usos en los distintos volúmenes, logrando así una mayor eficacia funcional.
Por un lado, el jardín de infancia se ubica en la primera plataforma, lo que le proporciona un acceso y ubicación independientes del resto del centro. Por otro, se genera un patio adyacente que no solo mejora notablemente la iluminación natural de dicha planta, sino que también ofrece un área de juegos exclusiva y de fácil supervisión.
Sobre este volumen, en la cota de la segunda plataforma, se sitúa el nuevo edificio de dos plantas de Educación Infantil, que concentra todo el programa correspondiente a este nivel educativo.
Este nuevo volumen se dispone de forma paralela al edificio existente de Educación Primaria, al cual se adosa una ampliación. Se propone diseñar la relación entre ambos edificios de forma controlada: por un lado, se conectan en la primera planta mediante un volumen transversal que alberga un amplio vestíbulo común; por otro lado, se enlazan en la segunda planta a través del comedor y el gimnasio existentes.
Diseño y funcionalidad como generadores de confort y eficiencia.
Esta estrategia no solo permite minimizar y sectorizar los flujos de circulación —mejorando así la eficiencia general del conjunto—, sino que además asegura que la conexión entre el jardín de infancia y la escuela se produzca siempre en espacios comunes supervisados por el personal del centro.
La fachada propuesta se compone de perfiles metálicos y elementos cerámicos modulares de gran formato, cumpliendo con los criterios de adaptación al uso público, pedagógico y educativo, y respondiendo a principios de simplicidad y economía. Esta solución ofrece resistencia a impactos, garantizando máxima durabilidad con bajos costes de mantenimiento y reparación.
Respeto por lo existente, redistribución programática y adaptación urbanística
La proporción horizontal de las ventanas no solo favorece una iluminación homogénea en las aulas y garantiza la seguridad ante caídas, sino que también refuerza la composición horizontal del edificio, coherente con su implantación en la parcela y su adecuación programática. Se plantea un contraste entre las piezas cerámicas color arena y un color vivo que aporte una atmósfera acogedora y alegre.