Con la llegada del frío, la ciudad de Helsinki es testigo de un fenómeno extraordinario. Si bien en verano desaparece, en invierno el hielo se convierte en el vínculo que une la ciudad y el mar. Inspirándose de esta idea, y reflejando las geometrías que surgen de la ruptura de las placas de hielo que se forman en la superficie del mar, el Guggenheim emerge como un icono arquitectónico, un reconocible símbolo de Helsinki.