La propuesta pretende romper los límites de la arquitectura y convertirse en un elemento fundamental de las obras teatrales. El volumen, las luces, los elementos utilizados y la distribución forman parte de la obra y su objetivo es llevar a experiencia al siguiente nivel, rompiendo la barrera tradicional entre los artistas y el público. De forma inesperada, el público se convierte en protagonista de la obra, generando un tenso diálogo entre los inmigrantes que sufren por su desafortunada situación y los transeúntes pasivos que observan desde el otro lado de la valla.